PORTFOLIO - LA TORRATXA

El interior se distribuye en dos niveles, en ambos se realizaron numerosos cambios en la distribución para mejorar la funcionalidad y la circulación de los espacios. En la primera planta, la cocina original consistía en 8m2, una cocina pequeña y sin encanto que gracias a nuestras manos fue transformada en una amplia cocina comedor de 30 m2 con amplias vistas al valle. La encimera y aplacado de Granito Cheyenne aportó mucha personalidad a esta cocina. Encima del aplacado, un estante del mismo material ofrece la posibilidad de poner pequeños tesoros y decorar la cocina con facilidad. El baño original fue modernizado a través de una ducha de obra a medida, de dimensiones considerables, que se adapta con gracia a la curvatura del espacio; el suelo de terrazo verde en el baño adquirió nuestro toque de elegancia- un zócalo de pizarra negra. Por supuesto, todas las instalaciones fueron renovadas. El acceso al segundo piso fue redecorado con una creación artística- una hermosa exposición de Origamis sobre la escalera. Las grullas de papel de origami simbolizan la buena fortuna, la curación, la esperanza, la paz y el amor y fueron una oportunidad para crear una exhibición de arte en un espacio de la casa que carecía de magia. En la segunda planta originalmente nos encontramos con un óvalo abierto de 36 m2- un espacio frío, húmedo, oscuro y con pocas vistas, donde antiguamente se albergaban los depósitos de agua que abastecían la vivienda. Con nuestra transformación, transformamos este espacio en una elegante Master Suite, con vistas panorámicas al valle natural del Garraf, una habitación luminosa y confortable. A lo largo de estas transformaciones, nuestro compromiso de mantener las características originales esenciales de la vivienda, como los suelos, permanece intacto, al mismo tiempo que nos adherimos a una estética de estilo más contemporáneo.